domingo, 10 de febrero de 2013


 JUAN DE LA CIERVA CODORNIU.
 La gran aportación científica al mundo de la aeronáutica.
(Foto: Fondo Josep Monés  Amat – Josep Canudas)

   Nació en Murcia el 21 de Septiembre de 1895.

   Desde su infancia mostró una gran afición por la aviación, con una tenacidad y capacidad impropia de su edad en la construcción de aeromodelos, y planeadores.

   En 1911, con 16 años,  junto a sus amigos Barcala y Díaz, en una pequeña carpintería madrileña, construyen un  aeroplano biplano a escala real equipado con  motor, al que llamó BCD-1 (Barcala,Cierva,Díaz) bautizado como “El Cangrejo” que a los mandos del piloto francés Mauvais se elevó con éxito en el verano de 1912.

   Animados por esta primera conquista, construyen otro aparato monoplano al que asignarán BCD-2, que también llega a volar.

   Finalizados sus estudios en la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Juan de la Cierva (como proyecto de fin de carrera) proyecta y construye un avión biplano trimotor, cuya presentación oficial tiene lugar en el aeródromo de Cuatro Vientos, y es pilotado por el capitán Julio Rios. Al efectuar las pruebas en vuelo, el avión sufre un aparatoso accidente a consecuencia de una pérdida de velocidad.

   Aquel accidente impresionó de tal forma al joven proyectista, que en su mente nació la obsesionante idea de conseguir un aparato volador cuya sustentación no dependiera de la velocidad.

   En 1920 inicia la construcción de su primer Autogiro Cierva C.1, siguiendo los modelos C.2 y C.3, en los que el inventor no acababa de resolver el problema de la diferencia de sustentación entre la pala que avanza y la que retrocede, hasta que finalmente tras una serie de ensayos en el túnel de viento, logra que el nuevo prototipo C.4,  supere con éxito los vuelos de prueba pilotado por el teniente Alejandro Gómez Spencer.

   Con la ayuda de la aviación Militar construyó otros nuevos modelos realizándose en el modelo C.6 un exitoso vuelo Cuatro Vientos - Getafe y regreso, por el capitán Joaquín Lóriga. A partir de este momento se abría un campo inmenso de posibilidades para la aviación.

   En 1926 creo en Inglaterra  la Cía. The Cierva Autogiro Company Ltd., desde donde con su autogiro de la serie C.8,  pilotado por él mismo,  cruzó el Canal de la Mancha; partió de Londres y tomó tierra en el aeródromo parisién de Le Bourget.

   Con la repercusión internacional de este vuelo se consagró definitivamente la valía del autogiro, construyéndose en grandes series el modelo que ilustra este trabajo el C.30.

   Más tarde fundaría en EE.UU. “The Pitcairn-Cierva Autogiro”

   Su invento se ha reconocido universalmente como la mayor contribución para el desarrollo del Helicóptero de nuestros días.

    Paradójica y tristemente el 9 de Diciembre de 1936, a la edad de 41 años, Juan de la Cierva fallecía en accidente aéreo en el aeropuerto londinense de Croydon  al despegar el avión comercial en el que viajaba, Douglas DC-2 de KLM que había de cubrir la ruta regular Londres-Amsterdam.

    

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