1954 CASA C-127 – DORNIER Do-27
(Foto archivo L.Escorsell)
En 1953, el
Ministerio del Aire convocó un concurso para la selección de un prototipo de
avión, para dotar al Ejército del Aire de un aparato que pudiera cumplir
básicamente diversas tareas. Además, en las especificaciones se incluía que el
aparato debería tener características STOL, y capacidad para operar en campos
no preparados. El nuevo avión tendría la
finalidad de sustituir a las veteranas avionetas Fi-156 Fieseler Storch “Cigüeñas”
El concurso fue adjudicado a CASA
(Construcciones Aeronáuticas S.A.) con el proyecto del Do-25, y es posible que
en la decisión final se tuvieran en cuenta las buenas relaciones entre la firma
CASA y DORNIER que se remontaban al año 1926 cuando se construyeron bajo
licencia en España los hidroaviones Dornier Wal.
El prototipo
efectuó su primer vuelo de pruebas el 25 de Junio de 1954 en Tablada (Sevilla)
propulsado por un motor nacional Tigre de 4 cilindros G-IV-B de 150 hp, pero
más tarde en el segundo modelo de pruebas denominado Do-25 P2C, se tomó la
decisión de instalarle un motor de mayor potencia Continental O-470J de 6
cilindros y 225 hp, que supuso un salto muy importante.
Este prototipo
español fue exhibido en Alemania en
varias demostraciones, donde una vez superada la prohibición de construcción de
aviones impuesta por los Aliados, Dornier refundó la Dornier Werke G.m.b.H, pasando a construir
en serie la versión española con la denominación de Do-27 evolucionándola con
algunas modificaciones, y cambiando su planta motriz por el motor Lycoming
GO-480-B1A6 también de 6 cilindros pero con mayor potencia al despegue de 270
hp., llegándose a fabricar en once años 428 unidades para las fuerzas aéreas
alemanas.
En España, entre 1959 y 1961 la
factoría CASA construyó una serie de 50 unidades bajo la denominación de C-127
y numeración militar L9-1 a L9-50. En el Ejército del Aire este avión se le
conocía con el apelativo cariñoso de “Cabra”
En 1973 el E.A. adquirió procedentes de
stocks de la Luftwaffe 26 ejemplares, siendo transferidos parte de ellos a
varios Aeroclubs y escuelas de Vuelo Sin motor.
En la Maestranza de Albacete a medida que cumplían sus revisiones eran
modificados ensanchándoles la vía del tren de aterrizaje, para corregir la
tendencia a los “caballitos” principalmente con viento cruzado.
No se puede negar que este aparato este considerado como de los más
robustos y seguros en su género.
Velocidad máxima 250 km/h –
Crucero 225 km/h – Mínima 57 km/h – Autonomía 1.465 km – Asientos: Piloto + 5 pasajeros.
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