ICONO
INDISCUTIBLE DE LA
ACROBACIA AÉREA Y MUNDIALMENTE CONOCIDO COMO AUTOR DEL
SISTEMA AEROCRIPTOGRÁFICO.
(Foto: José Mª
Royo – Archivo: L. Escorsell)
En 1937, abandona sus estudios de medicina previa
su inminente movilización con motivo de la Guerra Civil.
Poco después, realiza el curso de piloto
militar con la República.
Desde su iniciación como piloto destacó por
su habilidad para el vuelo acrobático. Volaba el caza ruso Policarpov I-16 Mosca, pero no satisfecho con las Fuerzas Aéreas
Republicanas – FARE – decide pasarse al
lado nacional.
Hubo de transcurrir un largo período de
inactividad de vuelo, hasta tanto la Jefatura del Aire decide incorporarlo como
un alumno más al Curso para Pilotos, que
finaliza cuando la guerra toca a su fin.
Es pues, en la posguerra, donde habrá de
acumular una gran experiencia de vuelo al serle encomendadas una serie de
misiones como probador de los aviones que los republicanos habían
abandonado especialmente en los
aeródromos de Los Alcázares y el Carmolí, en la región murciana.
Compagina su función de piloto de pruebas con
la de profesor en la Escuela de Transformación de Jerez, donde eran montados los cazas I-16
Mosca.
Interviene asimismo como probador en el Centro
de Ensayos de Cuatro Vientos.
Más tarde, pasa a la 23 Ala de Caza ubicada en
los aeródromos catalanes de Reus y Bañolas,
siendo trasladado posteriormente a la base Aérea de Logroño, donde probará todos los Messerschmitt Me-109 que se revisaban y reparaban en
dicha Maestranza.
En sus cuatro años de piloto de pruebas,
había volado más de 1.400 horas y pilotado 57 tipos diferentes de aviones.
Tras esta activa etapa, Aresti, solicita una
excedencia en el Ejército del Aire, pasando a supernumerario, fijando su
residencia en Barcelona.
Desde la ciudad Condal , inicia una gran actividad a favor de la aviación deportiva
desaparecida por razones de la contienda civil, impulsando la reapertura del Aero
Club de Sabadell, organizando una Vuelta Aérea a España y el I Rally
Internacional-Festival Aéreo 1949, poniendo en marcha la escuela de pilotaje.
Tres años más tarde es contratado por el
Aero Club de Vizcaya, regresando a su tierra natal.
Participó en la mayoría de festivales aéreos
y competiciones internacionales de vuelo
acrobático, siendo elegido como Director del equipo Español en el Campeonato
Mundial 1964 de Acrobacia celebrado en Bilbao, en el que Tomás Castaño se
proclamó Campeón del Mundo Individual y España alcanzó el subcampeonato por equipos.
En 1966 Presidió la Federación Española
del Deporte Aéreo y también la Comisión Mundial.
Ideó el sistema “Aerocriptográfico” que lleva su nombre y que fue adaptado mundialmente desde 1961, con gran éxito en la
especialidad acrobática.
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